De Blanca
- Lily Asmar

- Jun 20
- 1 min read
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Octavio Paz, “Silencio”

“Primavera”, Sandro Botticelli / Detalle / A Botanical Interpretation by Levi
Dicen que el silencio es imposible y que por lo tanto no existe. Yo no sé.
Lo conocí cuando niña. En mi casa, silenciosa, llegaba para tocarme la espalda y acariciar mi cabello.
En aquel entonces, era un espacio para el juego. Estaba conmigo, en mí.
Solo a ratos nos distraía algún sonido que venía de la calle, un pájaro citadino, un objeto que cae a la distancia, un mueble de madera al sol.
Ese fondo de silencio en parte me conmueve, en parte me aterra. Siempre un salto al vacío, a un estarse suspendido en el tiempo.
Solo: era…, no había nada que reprimir o callar bajo 13 llaves. Ese silencio libre de culpas, de reproches.
Espacio para la imaginación…, me conmueve; cuando callas…, me aterra; y me voy quedando en silencio…
3/16 (Le Sacre Du Printemps - Igor Stravinsky)
© BAGG del poemario Silencio de Blanca






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