Seul De ReMis
- Lily Asmar
- Jul 25
- 2 min read
(Mi lengua materna: Naira, el lenguaje del amor)
a mi Maestra
Ritornelo de infancia o de pájaro, canto folklórico, canción báquica,
vals de Viena, esquila de vaca, la música lo utiliza todo
y lo arrastra todo.
(Del ritornelo, Guilles Deleuze & Félix Guattari)

(Litta Haus / Foto de archivo, cortesía de María La Placa Haus)
Los años que estudié con Litta, los guardo como se guarda ese lugar de la infancia al que regresamos ante cualquier incomodidad del presente.
Pienso en su planta de begonias rojas, en la sala azul de piano de cola y la café del piano vertical. En ese espacio del tiempo Litta me repite: "escucha y toca lo que te provoque". Así, pasamos tantas madrugadas porque nos había entrado la idea de hacer música a las seis de la mañana. Sólo ella para estar siempre de acuerdo con sus alumnos en plena adolescencia.
Tantas veces preparamos repertorios celebrando el arte de Bach, Powell o Caba; cantamos con Figueras, bailamos con Duncan, tocamos con Hernández y soñamos "El sueño de Cristofori". Gracias a ella pude entender que el arte no consiste en ofrecer un espejo del mundo, sino crear su propio orden autónomo que responde más a la magia que a las supuestas leyes naturales. Nunca, como entonces, viví plenamente la alegría del sonido que, en variación, fuga o "en forma de pera" nos regresaba su sonrisa dos veces por semana.
Con el ritornelo regresa la infancia, la música, la adolescencia y el recuerdo de mi maestra que sea cual vaya a ser mi devenir me espera, pacientemente, al final del camino para decirme, después de todo lo aprendido: "ahora, podemos comenzar".
© BAGG
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