Pájaros meridionales

Para Luis y para Gonzalo

Querer

dentro del corazón

sin pudor, sin razón

con el fuego de la pasión

y volar.

René Dupéré “Querer”

¿Y si no me hubiese enamorado del domador de pájaros?

Entrenado en domar tigres había llegado al Pacífico mar del Sur.

Desembarcó como quien no tiene planes

sin embargo, había cruzado el mundo

en busca de un pájaro de los Andes meridionales.

Del barco pasó al tren y de éste al bus.

Entró en Chuquiago Marka un viernes por la noche

miró el nido de luces y por primera vez

en 27 meses

lo conmovió el pensamiento de encontrar al Pájaro de fuego.

Confirmó la sentencia que hacia el año de 1974 le había dado un músico:

“a La Paz, ya sea que se vaya o se venga, solo se baja”

y se descubrió al borde del abismo que produce el vértigo

del amor.

Sin mirar hacía atrás

recordó los años que pasó estudiando la secreta lengua de su canto,

divisó nítidas sus alas rigurosas

miró al ave de frente y

se dejó arder al sol de los kantus.

Si no me hubiese enamorado del domador de pájaros,

nadie me habría dicho nunca:

munsmawa.

La Paz, 1 de enero 2000

© BAGG del poemario Sin tiempo

Vincent Van Gogh “Still life with Grapes” / Van Gogh Museum, Amsterdam