"Las californianas"

(El mundo desde la Luna)

El jardín del abuelo es el lugar preferido de la memoria. Siempre que pienso un texto, lo hago desde ese espacio. Me veo sobre el árbol de cereza, sentada en la “Pachamama”, al borde de la piscina, detrás de la palmera, bajo el árbol de lúcuma, entre los árboles de ciruela, cerca de las frutillas, del romero o del tumbo.

Hoy me vi junto a la grada que da al árbol de “californianas”. Lo vi primero en flor después en fruto. Tuve la suerte de encontrar al abuelo bajo el sol y el cielo que en La Paz de azul parece de mentira.

El abuelo con su sombrero de domingo y en mangas de camisa. Sonriente cuenta las manzanas, mirando las hojas del árbol por ambos lados, me explica que lleva la cuenta exacta de su número. Lo veo entre sorprendida y curiosa, él ríe, le divierte verme preocupada porque por supuesto nosotras tomamos varias californianas ayer mientras jugábamos. Ríe más, me acaricia los cabellos y sigue observando el árbol.

Me quedo pensando en ese árbol delator, sus deliciosos y dulces frutos, y en el jardín... ese espacio para contar y seguir contando.

© BAGG